Leer cuentos constituye una de las mejores formas de adentrar a los niños y niñas en la literatura. Habitualmente los leemos en clase y los comentamos, abrimos un espacio de expresión para contar lo que nos ha parecido, para comentar lo que les pasa a los personajes, para hablar de lo que nos resuena dentro de cada uno o cada una, porque una historia siempre llega de diferente forma a unos y otras. Sin embargo, en otras ocasiones como ahora, los leemos con otra mirada, con otra intención, los leemos para ir aprendiendo a ser mejores lectores y a saber fijarnos en cómo se ha escrito determinada descripción de un personaje, en este caso de los ogros, para ver qué palabras han usado para decir como es o para ver si todas las versiones de un mismo cuento dicen lo mismo y de la misma manera. También para comprobar que no todos los cuentos empiezan y terminan de la misma forma, que hay muchos tipos de fórmulas para iniciar un texto de este tipo.
Ayer leímos Pulgarcito, otro cuento en el que aparece un ogro y el miércoles habíamos leído Juan y las habichuelas mágicas.
Ellas y ellos ya sabían de antemano que había que escuchar atentamente y fijarse en la descripción que se hacía del ogro de como era y de lo que hacía. Saber de antemano en qué tenemos que fijarnos al leer o a escuchar les permite seguir la lectura de otra manera y por tanto, comprenderla mejor.
Este es la conversación que mantuvimos tras la lectura. Me quedé sorprendida por como participaban, expresando sus opiniones porque ya van aprendiendo a hacerlo sin necesidad de que sea yo la que pregunte constantemente ya que conversar es una actividad que tiene especial importancia en nuestra aula.
- Ramiro : Este cuento se parece al de Hansel y Gretel ( refiriéndose al de Pulgarcito)
- María Jesús: ¿ en qué se te parecen?
- Alejandro: porque los abandonan en el bosque
- Ramiro: y porque va dejando el rastro de miguitas de pan.
- Lucía: se parece un poco también al de las Habichelas mágicas porque había dicho en el cuento que la mujer que les abre la puerta es la mujer el ogro.
- Alejandro: están mezcladitos el cuento de Pulgarcito y el de las Habichelas mágicas.
- María Jesús: pero hay diferencias porque en el de las Habichuelas mágicas el ogro vivía en ...
- Cristobal: en un castillo
- Alejandro: y este en una casa normal ( refiriéndose al ogro de Pulgarcito)
- Carolina: y hay otra cosa igual, y que dice el ogro que olía carne fría
- Pedro: ¡Nooo, fresca!
- Lucía: en el cuento de las habichuelas mágicas dice " a carne de niño huelo" y en el de Pulgarcito "huelo a carne fresca".
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Ángel Pablo: también es igual en que se esconden ( se refiere a Pulgarcito y sus hermanos y a Juan)
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Mª Jesús: y ¿ dónde se esconden?
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Ángel Pablo: en la bodega
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Mª Jesús: si, eso es en la bodega y eso ¿qué es?
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Ángel Pablo: donde se guarda el vino
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Pedro: y donde encierran a la gente, la geste desconocida que se se salta de un barco a otro se esconde allí.
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Mª Jesús: ah, los polizones quieres decir.
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Elías: los aviones también tienen bodegas
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Mª Jesús: si es verdad, también los aviones tienen bodega y ahí es donde guardan las maletas.
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Mª Jesús: y en alguo de los cuentos dice algo sobre como es el ogro.
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Laura: no dice nada
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José Manuel: tendremos que mirarlo en los dibujos.
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Carolina : ¿qué son siete leguas?
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Mª Jesús: ah!, buena pregunta , ¿alguien lo sabe?
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Lucía: también decía que había dos leguas
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Esteban: no, decía que daba dos pasos y andaba siete leguas.
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Alejandro: son siete pasos más
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Mario D : no, cuarenta y siete pasos más
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María Jesús: os acordáis de cuando medimos la clase. ¿ con qué lo hicimos?
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Laura: con los niños, con los pies, las manos y con los metros.
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María Jesús: pues la legua también sirve para medir. Podéis buscar en casa qué es una legua y lo vemos el próximo día.
Aunque me ha quedado un poco larga esta entrada no he querido dejar de mostrar parte de la conversación por la cantidad de elementos que salen a lo largo de la misma y porque refleja como son capaces de analizar las dos obras, de ver las semejanzas y las diferencias, de relacionar el cuento con otras cosas que ya saben. Y esto, en definitiva, es ir siendo mejores lectores cada vez.
Y a la vez han surgido otras preguntas e inquietudes como es saber qué es una legua. Me parece fundamental que pregunten, que se fijen en las palabras que no conocen y quieran saber qué significan.