Esta es nuestra clase.
Durante esta semana hemos seguido trabajando acerca de nosotros mismos, hemos conversado sobre las vacaciones y han seguido trayendo al aula recuerdos y fotos de donde han estado y de lo que han hecho durante las mismas. Por ejemplo Manolo nos mostró ayer una concha que había cogido con su padre en la playa de Santander y como Clara también nos contó días atrás que había estado allí, hablamos sobre como era esta ciudad y lo largo que se les había hecho el viaje que "hasta se habían dormido". Entonces, Cristóbal preguntó si Santander estaba más lejos que Matalascañas y buscamos en el mapa donde estaban cada uno de esos lugares para ver cuál estaría más lejos. Aún no saben de kilómetros ni de distancias pero sí han experimentado cuanto tiempo se tarda en llegar a los sitios y esto les da una idea de lo lejos que pueden estar. " Si se tarda mucho tiempo es que está muy lejos" decían.
Ramiro nos trajo fotos de un lugar llamado Río Malo en donde el agua estaba muy fría y donde su padre hizo fuego para hacer la cena frotando con dos palos. Julia nos trajo una caracola preciosa que su madre le había comprado en La Antilla y en la que se podía escuchar las olas del mar si estábamos en silencio. Y se hizo el silencio, y se oyó el mar. "Eso es porque ha estado mucho tiempo en la arena y se ha quedado dentro el ruido del mar " nos explicaba Mario.
El mundo se amplía un poquito al conocer las experiencias de los otros, ya sabemos de la existencia de lugares desconocidos hasta el momento, vemos que hay quienes han estado en el mismo lugar que nossotros y podemos imaginar como será ese viaje tan largo a Santander o ese lugar con el agua tan fría que es Río Malo.
Compartir todas estas experiencia con los compañeros y compañeras nos ayuda a abrirnos al grupo, a conocernos y también a escuchar, a opinar, a respetar la palabra y las ideas del que está al lado .Todos y todas tienen su tiempo y su momento para contar, sin presión, sin prisas. Y hasta los más tímidos se animan a hablar, porque hablamos de sus cosas, de sus gustos, de sus vacaciones, en definitiva de cosas que tienen que ver con ellos y ellas.
A partir de estas conversaciones surgen preguntas, dudas como lo que preguntaba Cristobal acerca de las distancias a los sitios que vamos anotando para buscar las respuestas poco a poco. A partir de ahí también vamos escribiendo para recordar esas preguntas y que no se nos olviden con el paso de los días. Escribir se convierte así en una forma de aprender a la vez.
Me parecen fundamentales estos primeros momentos en los que "hacemos grupo" porque ayudan a crear vínculos, a relacionarnos más allá de con el círculo de amigos o amigas que ya se traen de años anteriores y a acogernos a todos. Es fundamental aprender en un entorno en el que nos sentimos seguros y a gusto. Se aprende más y mejor.
