sábado, 23 de mayo de 2015

Piedras que nos unen

La escuela es un lugar en el que se aprende, pero también, sin duda, un espacio para la convivencia y en el que se  entretejen emociones  y  afectos que en muchos casos perdurarán durante años . Las relaciones que se establecen en el día a día de la escuela marcan la vida de todos los que formamos el grupo. Se comparten ideas, sentimientos, recuerdos, miedos, ilusiones y todo lo que en algún momento es importante para nosotros. Nos implicamos así en la vida de los demás y  la compartimos. En ese compartir también me incluyo como una más del grupo, haciéndoles partícipe en  ocasiones de cosas que son importantes  para mí. Las piedras que han pintado en clase son algo más que simples piedras porque están cargadas de un significado. Las cogí de una playa que me encanta y a donde cada vez que puedo, me escapo. Las cogí pensando en ellas y ellos para que las decoraran y así se los conté cuando se las enseñé y, sin quererlo, se han convertido en un hilo que nos une.

Cuando se las enseñé estaban emocionados, las puse todas en el suelo y di un tiempo para que las miraran y tocaran. Creo que en tiempos como estos en los que la vida pasa a menudo a través de una pantalla, es bueno recuperar momentos en los que volver a lo más natural como es tocar una piedra  y sentir su tacto. Una vez que cada uno eligió la que más le gustaba les di un tiempo para que , con los ojos cerrados, sintieran su forma, su rugosidad, su peso. Y, finalmente les propuse que pensaran como podrían decorarla. Para ello vimos imágenes de muchas piedras pintadas.
El trabajo nos ha llevado varias momentos, primero hicimos un boceto en papel, aprendiendo así que antes de hacer algo hay que pensarlo, realizar varios intentos, volverlos a pensar si es necesario y cambiar, hasta que  por fin tengamos claro como queremos que nos quede ( y sabiendo que  esto no nos garantiza que nos quede como lo hemos imaginado...) .
Una vez realizados los bocetos, en diferentes momentos han ido pintando sus piedras hasta quedar como os muestro.
Ha sido una actividad en la que han tenido que aprender a esperar, algo fundamental y a lo que no están acostumbrados. Esperar para pensar, esperar para que se seque la primera capa de pintura, esperar a que se vuelva a secar para pintar con el rotulador...esperar para llevárnosla a casa. Llevan aparejadas aprendizajes  y emociones que van mucho más allá de haber sido capaces de pintarlas más o menos bonitas.
Las piedras, al final, se han convertido en algo con un significado especial entre nosotros y que nos vinculan de alguna manera.

2 comentarios:

  1. María Jesús, acabo de ser consciente de lo poco que, por mi parte, he correspondido a tu esfuerzo y trabajo con este blog. A pesar de lo que disfruto con cada nueva entrada, lo cierto es que no soy dada a dejar mis comentarios. Pero me ha parecido este especialmente bonito, no mejor que otros, pero sí quizá más emotivo teniendo en cuenta que se acerca el final de un ciclo y es por eso por lo que no quiero dejar de agradecer públicamente el trabajo de este precioso blog donde ninguna de las entradas tiene desperdicio y con el que nos permites asomarnos a una parte del mundo de nuestros niños que sin ti sería totalmente desconocida. Nos cuentas qué hacen, qué dicen, cómo piensan, cómo trabajais en clase, sus logros... y claro, eso creo que a todos como padres nos encanta porque yo al menos con unas entradas me he reído, con otras me he emocionado y con otras he "flipado". Así que, de verdad, mi más sincera enhorabuena y agradecimiento por esta ventanita al acuario de los pececitos.

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  2. Muchas gracias Mª Ángeles por tu comentario. Esa es mi intención, que este blog , esta ventanita , como le dices tu, sirva para conocer lo que ocurre en nuestra clase y podáis ser partícipe de alguna manera del aprendizaje de vuestros hijo e hijas.

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